El concepto de empresa es un concepto muy amplio y diversificado, lo cual dificulta su definición.
Concepto de Empresa
Definimos la empresa de la siguiente manera: “La empresa es la unidad económica de producción básica, es decir, combina distintos factores del
entorno, tales como, tierra, trabajo y capital, en unas cantidades determinadas, para la producción, hacia el entorno, de bienes y servicios, con el ánimo de alcanzar unos
objetivos definidos, bajo la dirección y supervisión del empresario” (Ver fotografía)
De esta definición se deriva que la empresa se dedica a producir los bienes y servicios que necesitamos, desde el periódico que compramos a diario hasta el corte de pelo que nos hacemos de vez en cuando.
Para ello, la empresa requiere de materias primas, por ejemplo, los minerales extraídos de las minas, un abogado para representar a un acusado y el dinero de un capitalista.
Todo ello dirigido por el empresario, el cual establece qué hay que hacer, cómo, cuándo, etc. Así, nos damos cuenta de que la empresa se relaciona continuamente con el entorno, que le proporciona factores productivos.
Factores Productivos
Los factores productivos son: tierra, trabajo y capital. Sirven para que la empresa pueda funcionar y
conseguir sus objetivos. Por lo tanto, para la obtención de bienes y servicios la empresa emplea los siguientes factores:
Elementos
Se consideran elementos de una empresa a todos aquellos que de manera directa o indirecta influyen en el funcionamiento de la misma. Básicamente nos encontramos con los
siguientes:
Funciones
Para la obtención de los objetivos empresariales es muy importante que los factores y los elementos productivos estén interrelacionados y organizados, no vale que trabajen por sí
solos, han de formar un todo unitario y desarrollar una serie de funciones, y todo ello en permanente interrelación con el entorno.
Las funciones empresariales son seis:
Dirección y gestión, productiva, financiera, gestión de los recursos humanos, comercial y administrativa.
Llegados a este punto ya sabemos lo que es una empresa, los factores productivos, los elementos, funciones y objetivos, pero nos falta su arteria principal: la información.
La información fluye como la sangre por el cuerpo humano, sin ella no podría funcionar.
Por lo tanto, si no sabemos lo que debemos fabricar o si no sabemos cómo hacerlo, no sirve de nada tener la última tecnología.
Concepto
Cuando en un momento de nuestras vidas tenemos que decidir por una opción, por ejemplo, realizar un curso de formación profesional ocupacional o buscar trabajo.
Ante esta situación lo que intentamos es reunir la máxima información posible, es decir, del curso nos informamos si es o no interesante y si me va a permitir luego conseguir un
puesto de trabajo.
Respecto a la búsqueda de empleo intentaremos informarnos a través de los periódicos y amigos si hay o no oferta de empleo. Una vez tengamos toda la información
nos decidiremos por una u otra opción, puesto que hemos reducido la incertidumbre inicial que teníamos.
Todo lo anteriormente expuesto lo podemos trasladar a la empresa, puesto que se han de tomar decisiones y recopilar información suficiente para ello.
Por ejemplo, la empresa debe decidir si fabricar coches u ordenadores, si vender sus productos en Andalucía o en toda España, etc. Por consiguiente, la información es necesaria para la
toma de decisiones, así como para la comunicación entre los miembros de la organización y su entorno.
La empresa lo que hace es tomar una determinada información, es decir, captarla, procesarla y emitirla, así produce otra información de mayor valor para la toma de decisiones.
Por lo tanto, la información en la empresa permite el desarrollo de su actividad y facilita su supervivencia. No debemos confundir la información con la
comunicación, puesto que la comunicación nos permite la posibilidad de “devolver” o “regular” el mensaje recibido, mientras que la información
tan sólo es un “flujo dirigido de datos” que pasa a través del canal de la comunicación.
Desde un punto de vista estático, la información es un conjunto de datos elaborados, de forma que tienen significado para alguien en un momento determinado.
Desde un punto de vista dinámico, es la transmisión de datos a través de un canal de comunicación a un usuario.
En un dato es el elemento de conocimiento que carece de significado por sí mismo si está fuera de contexto, por ejemplo, árbol.
Los flujos de información son necesarios para que la empresa desempeñe su actividad, es decir, para que sus miembros puedan conocer los datos que les permitan tomar sus
decisiones y puedan comunicarse entre sí para desarrollar sus funciones y permitir el logro de los objetivos fijados.
Un flujo de información, por ejemplo, sería la tarifa de precios de uno de mis proveedores de neumáticos, la cual pasa por el departamento comercial y el administrativo.
Tipos de Flujo de Información
Los flujos de información hacen referencia a las direcciones y sentidos en que se transmite la información. Se pueden clasificar en los siguientes tipos:
Por su dirección:
Por su definición:
Por su función:
Elementos del Flujo de Información
Elementos que lo componen:
Las empresas las podemos clasificar según el sector de actividad al que se dedican:
En los países desarrollados el sector más importante es el terciario, mientras que en los países menos desarrollados es el sector primario y a medida que sus economías mejoran, la importancia del sector terciario también.
Estos tres tipos de empresas forman las denominadas PYME (las microempresas y las pequeñas y medianas empresas), vitales para la promoción del empleo y la competitividad, siendo motores de la economía de un país.
En función de la forma jurídica, siendo las más comunes:
Son menos comunes, pero igualmente sociedades mercantiles, las sociedades limitadas de formación sucesiva, sociedades limitadas de nueva empresa, sociedades laborales (tanto de responsabilidad limitada como anónima, donde los trabajadores tienen un protagonismo especial, que les viene dado por su participación en el capital), sociedades colectivas, comanditarias, de garantía recíproca, agrupaciones de interés económico o entidades de capital riesgo.
Por último nombrar a las Cooperativas igualmente sociedades mercantiles constituidas por personas que se asocian, en régimen de libre adhesión y baja voluntaria, para realizar actividades empresariales, encaminadas a satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas y sociales, con estructura y funcionamiento democrático. Son los Estatutos los que fijarán el capital social mínimo. Existen las de primer y segundo grado. Las más conocidas son las cooperativas agrarias.
La realidad del marco de actuación de las empresas hoy en día, es significativamente diferente de la tónica que hasta épocas muy recientes prevalecía en nuestro país. Más allá del tipo de empresa, o de su estructura, debemos pensar que todo tuvo un principio, y que detrás de la panadería, de un pequeño hostal o de un despacho de abogados, hay alguien que pensó que podía aportar algo más y decidió autoemplearse. Puede ser una forma de integrarse en el mercado laboral, aunque por supuesto no la única, para emprender hay que estar dispuesto a asumir riesgos. Todo comienza con una idea, sólo hay que confiar y destacar entre el montón. Estudios demuestran que a más formada que está la población más fácilmente florece el espíritu empresarial. Nuevas tecnologías que triunfan fuera de España, ventas de segunda mano, una pelota de golf ecológica o empresas on-line, sin sede física, sólo apoyadas en la red, son historias de éxito que a pesar de todo se propusieron ser mejores y diferentes y lo están consiguiendo.
Una oportunidad de negocio, inversión o incluso autoempleo, podría ser las más que conocidas Franquicias, es decir, cuando dos personas físicas o jurídicas se ponen de acuerdo de manera que el franquiciador aporta la idea del negocio (o el servicio, o la marca o los conocimientos) y el franquiciado crea la empresa siguiendo las indicaciones del franquiciador para explotar el negocio. A cambio de tal cesión el franquiciador recibe un canon. A pesar de tener bastantes ventajas, como por ejemplo posicionarnos desde un punto de vista estratégico en los mercados, hacernos más competitivos, o dar valor a la marca, también hay que sopesar los inconvenientes, pues el beneficio es compartido, falta de libertad para organizar o según que franquicia el precio bien de entrada o de los cánones son altos, hay que tener en cuenta que lo que realmente se firma es un contrato, su incumplimiento puede tener consecuencias.